950 películas desde 69 países recibidas para participar en el IV FICNOVA 2018
Producciones enviadas desde todos los continentes participarán en la cuarta edición del Festival Internacional de Cine de la Noviolencia Activa.
Parece que la sensibilidad que reconoce la noviolencia como una fuerza transformadora del mundo, hacia un cambio personal y social integrador, se encuentra en numerosas culturas y regiones.
FICNOVA fue construido como un pequeño faro Humanista alimentado con ejemplos de noviolencia actual con el objetivo de emitir una señal cada dos años, ojalá cada vez más fuerte, en la semana del 2 de octubre (día Internacional de la Noviolencia declarado por Naciones Unidas).
En esta ocasión, tras el cierre del plazo de inscripción el 31 de marzo, ha recibido 104 largometrajes, 26 mediometrajes y 820 cortometrajes desde estos 69 países: Albania, Alemania, Andorra, Argelia, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Burkina Faso, Camerún, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Egipto, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Filipinas, Finlandia, Francia, Georgia, Grecia, Honduras, India, Irán, Iraq, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Jordania, Líbano, Libia, México, Países Bajos, Palestina, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Puerto Rico, Reino Unido, República del Congo, República Checa, Rumanía, Rusia; Ruanda, Sahara Occidental, Serbia, Siria, Sudán, Suecia, Suiza, Taiwán, Turquía, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
En la Sección General se presentaron 836 producciones y 114 lo hicieron en la Sección Centros de Enseñanza. Se han recogido realizaciones de muy diferente grado profesional, pero que pueden transmitir ejemplos muy válidos.
El próximo 15 de julio conoceremos las obras admitidas a concurso, rescatadas por los equipos de Humanistas organizadores en diferentes ciudades, que serán las que mejor representen el sentido del festival.
La noviolencia, desde la mirada del Nuevo Humanismo que aplica el FICNOVA, no se confunde con la simple ausencia de violencia física, ni con la pasividad del insensible ante el desastre que nos rodea; no se entiende como resignación, ni como acatamiento de ninguna moral externa, ni de ningún supuesto orden natural; se reconoce como la fuerza que alimenta la coherencia del cambio personal y social en nuestras acciones para superar el dolor y el sufrimiento de todo ser humano. Un cambio personal conmovido por la deshumanización y el sinsentido actual, para centrase en la búsqueda del sentido pleno y la unidad interna de nuestras acciones. La noviolencia es coherente también en su metodología a nivel social, y en su mayor dimensión concluirá en la humanización del mundo, tendiendo puentes entre individuos y culturas hacia una Nación Humana Universal que definitivamente nos saque de la prehistoria de la violencia y la venganza. Una nación diversa, en la que nada ni nadie esté por encima de otro, y en la que cualquier ser humano pueda encontrar igualdad de derechos y oportunidades.
Ojalá que las nuevas producciones ayuden a crear nuevos espacios en los que se pueda intercambiar sobre estas cuestiones, que nos ayuden a comprendernos y a comprender a otros, que nos acerquen, y que permitan reconocer que cualquier cambio es posible si tenemos la imagen de cómo hacerlo y aplicamos nuestra intencionalidad en esa dirección para conseguirlo.
Ojalá que en estos tiempos de convulsos podamos fortalecer nuestro centro interno con la noviolencia.